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La reforma de este piso que se asoma a la Avenida Diagonal de Barcelona, en el barrio del Eixample, representa el tipo de encargo ideal para poder estudiar todos los detalles que una vivienda moderna y dinámica puede ofrecer.
El punto de partida es una distribución bastante típica en esta zona de la ciudad, pero con la posibilidad de acercar todas las zonas representativas hacia la cara soleada del edificio, así que el objetivo del proyecto fue desde el principio la fluidez de la circulación interior junto con la creación de perspectivas interiores capaces de ampliar aun más estos espacios de por sí generosos.
Ya desde la entrada es posible abarcar la profundidad del piso gracias al “prismático” del pasillo principal que, siendo ancho y no demasiado largo, funciona como un espacio de almacenaje extra muy importante para el día a día.
El espacio sin duda más representativo es el conjunto salón-
Otra característica del piso es la zona-
La posibilidad de poder llegar hasta el estudio de los detalles más pequeños ha permitido conseguir una vivienda donde se pudieran fusionar el gusto minimalista de los propietarios y un marcado carácter que aporta calidez a un ambiente de líneas depuradas.